Primero rociamos la base de la pizza con aceite y espolvoreamos un poco de sal y pimienta.
Luego cubrimos con el queso manchego rallado de forma gruesa. Ponemos a precalentar el horno a 180ºC.
Una vez esté caliente el horno, introducimos la pizza alrededor de 10, o hasta que el queso esté fundido y dorado. Unos minutos antes de acabar el horneado, añadimos unas hojitas de albahaca por encima de la pizza y acabamos de hornear.
Servimos al momento y caliente.
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